En el artículo de hace un par de semanas sobre mi última visita a la tocóloga en mi semana 29 de embarazo, os hablé de la vacuna antiglobulina que mi doctora me prescribió. Pues en el artículo de esta semana vamos a profundizar un poco más en el tema y vamos a hablar del Test de Coombs Indirecto, que es el que me realizaron a mí para determinar que necesitaba esa vacuna.
Antes de hablar del Test de Coombs indirecto veremos los distintos grupos sanguíneos, teniendo en cuenta que cada uno de ellos puede llevar el factor RH(+) o RH(-)- Grupo A
- Grupo B
- Grupo AB
- Grupo O
En el embarazo, si la madre lleva el factor RH(-) y el feto hereda el factor RH(+) del padre, cuando la sangre de la madre y la del feto se ponen en contacto, la de la madre reconoce al feto como un agente extraño generando anticuerpos contra el factor RH(+). El peligro deriva en una posible destrucción de los glóbulos rojos del feto ocasionando grandes daños en el mismo e incluso su muerte.
El Test de Coombs no es más que un análisis de sangre que sirve para determinar la existencia de anticuerpos anti RH que puedan afectar al desarrollo del feto y se realiza en las siguientes fases del embarazo:
- Primer trimestre (semana 8 o 9 de embarazo)
- Segundo trimestre (semana 26 de embarazo)
- Semana 34 (opcional)
Si el resultado de los análisis es positivo entonces tendrán que administrarte una inyección de inmunoglobulina anti D que será efectiva durante un periodo de 20 a 30 días.
Cada médico tiene su criterio a la hora de recetar la immonuglobulina, mi tocóloga, sólo me la prescribió en la semana 28 de embarazo, hay otros médicos que recomiendan administrarla cada vez que se hace el Test de Coombs con resultado positivo.
El seguro médico privado cubrirá los Test de Coombs pero no la inyección de immonuglobulina, que como comenté en mi anterior artículo, ronda los 55€.