El lunes 27 de junio tuvimos la 3ª visita a la tocóloga, la gran esperada ecografía de mis 16 semanas de embarazo en la que nos dirían, si se dejaba ver, el sexo de nuestro bebé.
En cuanto me monté en el coche para ir a la clínica me acordé - ¡oh no! ¡no he comido chocolate! espero que se deje ver... la tranquilidad que me había acompañado las cuatro últimas semanas desde la última visita se había convertido en puros nervios. Nosotros queríamos nena, aunque yo iba "convencida" de que iba a ser nene, en gran parte sugestionada por lo que había dicho el predictor chino del sexo del bebé (por cierto, desde que lo conozco, no ha acertado ni una sola vez con las embarazadas que conozco, qué esperas, después de todo, es de los "chinos" jijiji) y por otra parte porque si era nene, no quería sentirme "decepcionada". Igual, es nuestro primer bebé, el sexo me daba un poco más igual, pero la historia será muy distinta para el segundo.
Nos hicieron, pasar, me pesaron, engordé 1 kilo desde la última visita y en total desde que estoy embarazada. Todo perfecto. Llevamos la cámara porque le pedí a mi pareja que hiciese un video de lo que salía en el monitor de la ecografía. Sé que en algunos sitios te ofrecen hacerte un video, pero como nunca nos lo habían ofrecido y además tengo oído que valen un ojo de la cara, decidí hacer algo más casero. La tocóloga no tuvo ningún problema y empezamos a grabar...
Esta fue otra ecografía endovaginal, en cuanto apareció en el monitor, lo vi claramente, era mi bebé, con sus piernecitas y cabecita y sus manos - Parece que nos está saludando, está muy activo - dijo la doctora, - Y eso que no he comido chocolate - contesté. Empezó a medirle el fémur, el abdomen, la cabecita... todo perfecto. Silencio... hasta que se rompió con un -¿Queréis saber el sexo del bebé? . - ¡Sí! - ¡me faltó tiempo para contestar! - Pues parece ser que es una nena, con un 95% de acierto - Mi pareja y yo nos miramos en la oscuridad de la habitación y nos emocionamos, ¡una nena!. Me embargó una felicidad que me es difícil de describir, no pude pensar en nada más en todo el día.
Siguió adelante con la ecografía, todo perfecto, e incluso hubo un momento en que se le vio el cristalino de los ojos y parecía que nos sonreía con los ojos muy abiertos. Esa es una de las fotos de la ecografía que aquí os dejo a continuación.
¡Es una niña! Ecografía 16 semanas
Muy felices por toda la experiencia y porque todo estaba perfecto con nuestra hija y tras ver con la doctora que los análisis de sangre junto con la ecografía de la última visita habían revelado de que había un riesgo muy bajo de que nuestra hija tuviese Síndrome de Down, nos dirigimos al mostrador a pedir cita para dentro de otras cuatro semanas, la semana 20 de embarazo, donde nos harían otra ecografía, esta vez en 3D y a color para la que tuvimos que pedir autorización a nuestra compañía aseguradora. Como en la anterior ocasión, escaneé la autorización y se la envié a mi correduría de seguros y ellos se encargaron de contactar con la aseguradora y todo lo demás; esa es una de las grandes ventajas de contratar tu seguro médico a través de una correduría de seguros, ¡no tienes que tratar directamente con la compañía!
Bueno, ya os contaré dentro de 4 semanas cómo ha ido todo, ¡ah! y por cierto, la niña se llamará Martina. Feliz como una perdiz me despido de vosotros.