Las compañías de seguros han creado variedad de pólizas a medida según las necesidades de sus clientes. La cobertura por embarazo es básicamente una extensión de una póliza normal de salud. Bajo la cobertura por embarazo, la compañía de seguros se hace cargo de muchas de las facturas. Las pólizas de seguros contienen unas cláusulas específicas en las que se establece si la compañía se hará cargo o no de algunos medicamentos tales como las vitaminas prenatales.
Por lo general, el seguro cubre todos los gastos inesperados tales como antibióticos, medicamentos o gastos por hospitalización. Sin embargo la mayoría de estos planes no cubren los gastos usuales como las vitaminas prenatales o los gastos de chequeos regulares. Para conseguir cobertura para incluso estos gastos puede que tengas que pagar una prima muy alta. Cuanto mayor sea la cobertura de tu póliza médica por embarazo más alta será la prima.
Puedes acogerte a un seguro médico por embarazo tras quedarte embarazada aunque la mayoría de los planes tienen un periodo de carencia, por lo que si estás pensando en quedarte embarazada, te recomendaría asegurarte de que conoces bien de antemano el periodo de carencia de las pólizas que te ofrecen las distintas compañías (la mía era de tan solo un mes) antes de contratar una, ya que te puedes encontrar con que tu póliza no te cubre tus visitas al tocólogo o tocóloga, la hospitalización, etc. porque no has superado dicho periodo.