*Precio. Un seguro de viaje es por lo general una compra muy pequeña comparada con el precio total de tu viaje. Aunque te gastarías más gustosamente esos euros en una cena por ejemplo, si algo ocurriese, sabrás que ha merecido la pena cada céntimo que te has gastado. Normalmente no cuestan más caros que una cena de vacaciones.
*Cobertura fuera del cuadro médico. Mientras que la mayoría de los seguros te ofrecen protección en cualquier parte del mundo y bajo cualquier circunstancia, no siempre funcionan en su totalidad. Por ejemplo, para aquellos que enferman en un crucero pueden encontrarse con que su plan bássico de copago sólo cubre el 50% de una visita médica a bordo del barco o incluso nada. Un seguro de viaje, sin embargo, cubrirá esto e incluso mucho más.
*Disponibilidad. En la mayoría de los casos los seguros de viaje no requieren un chequeo médico previo. No cubrirán condiciones pre-existentes pero pueden hacer mucho más cómoda el tener que tratar con una crisis.
*Tranquilidad. Sólo tener esta cobertura "low-cost" mientras se está fuera de casa puede proporcionar una cierta tranquilidad a los viajeros; ya que las vacaciones son para relajarse después de todo, ¿no?
Aunque este tipo de póliza se ofrecer por lo general a través de un agente de viajes, el viajero puede adquirirla por su cuenta a través de Internet o de las Páginas Amarillas.